Antonio María Luceño y García

Logros profesionales:

Farmacéutico que de su pueblo natal pasó a Madrid donde cursó sus estudios con su tio Alfonso Agustín Luceño -presente en este ‘Diccionario biográfico…’-.Por lo tanto hizo la carrera de Farmacia en Madrid, y el 6 de noviembre de 1796 fue nombrado Practicante de Farmacias de los Reales Ejércitos y destinado al Real Laboratorio Castrense, bajo las órdenes de los Boticarios Mayores del Ejército, Luis Blet Gacel y Vicente Sánchez Guardia, para la elaboración en esa de todas las medicinas necesarias a las tropas del Campo de Gibraltar, Castilla, Galicia y provincia de Extremadura. Sirvió en este destino hasta 1802.En 1801 fue nombrado ayudante del Real Laboratorio Castrense en compañía del primer ayudante, Antonio de la Cruz y Martín, y bajo las órdenes de la Real Junta de Farmacia, para la elaboración y remesa de todas las medicinas necesarias al Ejército destinado contra Portugal. Habiendo elevado Carlos IV la Farmacia al rango de Facultad Mayor y disponiéndose la creación de los Colegios de enseñanza, fue Lucero propuesto por la Real Junta de Farmacia en los primeros días de 1802 para Catedrático de uno de los Reales Colegios de Farmacia. Ese mismo año recibió una beca por S.M. para perfeccionar la Química bajo la dirección del farmacéutico y químico francés Louis Proust, que se encontraban entonces en España, a cuya escuela y laboratorio asistió por espacio de tres años. Por Real Orden del 15 de noviembre de 1804 fue nombrado por S.M. Boticario de Cámara de tercera clase. Desde 1808 estuvo al servicio de los reyes, padres de Fernando VII, tanto en Bayona como en Canpiegne, así como en Roma donde los reyes se trasladaron en 1811.Estando en Roma elevó instancia a Fernando VII, el 12 de noviembre de 1815, solicitando que se le nombrase Boticario de Cámara y director de la Real Junta Superior Gubernativa de Farmacia, con la antigüedad y honores que le correspondía. Se accedió a esta petición por Real Orden de 14 de febrero de 1816, a pesar de hallarse en Roma.

El 21 de febrero de 1818 se le concedió el sueldo de Primer Boticario. Luceño continuó en Roma hasta 1819, ya que tras la muerte de Carlos IV volvió a España con la reina María Luisa. Era Boticario de Cámara de primera clase, pero no se le dio ejercicio y siguió así hasta 1823 que quedó separado de la Corte y privado de sus sueldos por estar comprendido en la lista y Decreto de Andújar de 7 de noviembre de ese año. En el año 1826 Fernando VII le concedió las dos terceras partes del legado que obtuvo de sus padres a su fallecimiento, y el 16 de enero de 1831 le concedió el completo del legado que eran 30.000 reales anuales. Se jubiló en el año 1835.
No se le conoce ningún trabajo escrito.

Bibliografía:

Roldán-Guerrero R. Diccionario biográfico y bibliográfico de autores farmacéuticos españoles. Madrid: Imp. del P.H.O.E., 1975. Vol. 3. pp. 132-134.