Las nuevas medidas para prevenir la entrada de medicamentos falsificados en el canal legal, incluidas en la Directiva 2011/62/UE, incluyen nuevos requisitos para los distribuidores de medicamentos y por ello ha sido preciso actualizar las actuales buenas prácticas de distribución europeas, publicadas en 1994.
En marzo de 2013 se publicaron unas Directrices de buenas prácticas revisadas a fin de tener en cuenta los avances en las prácticas para un almacenamiento y una distribución adecuados de los medicamentos en la Unión Europea, así como los nuevos requisitos introducidos mediante la Directiva 2011/62/UE. En noviembre se ha publicado una nueva versión de Directrices sobre prácticas correctas de distribución, que sustituyen a las publicadas en marzo, de aplicación a partir del día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (23 de noviembre de 2013).