Las farmacias comunitarias son establecimientos sanitarios idóneos para realizar estrategias de intervención en la comunidad, por su accesibilidad, cercanía y confianza.
El farmacéutico comunitario es un agente de gran importancia para lograr prevenir el consumo de bebidas alcohólicas en los menores de 18 años, por sus conocimientos en salud pública y medicamentos.
Además, desde la farmacia comunitaria:
- Se ofrece educación sanitaria y consejo educativo a los propios menores
- Se previenen los problemas generados por el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad
- Se promueven hábitos de responsabilidad en el consumo de bebidas alcohólicas
- Se ofrecen pautas a los padres para detectar el consumo de alcohol en sus hijos
- Se aportan razones (sanitarias y sociales) por las que los menores no deben beber alcohol