A iniciativa de los sindicatos, los representantes de la profesión farmacéutica convocaron el pasado 30 de mayo una huelga.

Los motivos: alertar a los pacientes del riesgo de falta de farmacéuticos, expresar el descontento generalizado ante las dificultades económicas que atraviesan desde hace casi tres años y la falta de avances en la reforma de los estudios.

Además, avisan del peso del aumento de sus costes y denuncian que las negociaciones con el seguro de enfermedad francés para aumentar sus tarifas y las nuevas misiones de prevención, detección y vacunación que les han confiado los poderes públicos no van a ninguna parte, por todo ello decidieron cerrar sus farmacias en todo el país y manifestarse el 30 de mayo.