El vitíligo es una enfermedad crónica de la piel caracterizada por el desarrollo de lesiones despigmentadas, “manchas claras”, debido a la pérdida las células responsables de la producción de la melanina, conocidas como melanocitos.

Con una prevalencia de entre el 0,1 % y el 2 % de la población, se trata de la enfermedad más frecuente de hipopigmentación de la piel, produciendo una importante afectación psicológica en las personas que la sufren

Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad respecto a esta enfermedad, cada 25 de junio se celebra el Día Mundial del Vitíligo, coincidiendo con el nacimiento de uno de los pacientes de vitíligo más célebres: Michael Jackson.

El Consejo General de Farmacéuticos se une a la celebración de este Día Mundial con la publicación del informe “Vitíligo, una enfermedad invisible” en el que se revisan los aspectos patogénicos de la enfermedad y las novedades en su tratamiento y se revisa el papel que juegan los farmacéuticos para una atención integral a los pacientes con vitíligo y en la búsqueda de una mayor visibilidad social de la patología.

La enfermedad

Por lo general, el diagnóstico se produce en personas menores de 30 años, sin grandes diferencias en función del sexo o la raza. La gran mayoría de los casos (> 80 %) se corresponden con la forma no segmentaria, en la cual las lesiones pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, mientras que una menor proporción corresponde a casos de vitíligo segmentario.

Aunque por el momento se desconoce la causa primaria de la enfermedad, las hipótesis más ampliamente aceptadas son las que la relacionan con factores autoinmunitarios y genéticos.

La hipótesis de que el vitíligo es una enfermedad autoinmune se sustenta en su correlación con otras enfermedades de este tipo como, por ejemplo, alteraciones inmunitarias de la tiroides, diabetes mellitus de tipo 1, artritis reumatoide o psoriasis.

El principal objetivo del tratamiento para la enfermedad es conseguir la repigmentación de las lesiones y frenar su progresión. Algunos tratamientos farmacológicos presentan una buena eficacia en la repigmentación, y recientemente se ha autorizado el primer medicamento con indicación específica en vitíligo: ruxolitinib en crema, para pacientes con vitíligo no segmentario y afectación facial, con una superficie corporal afectada de hasta el 10 %.

La fototerapia también ofrece buenos resultados, especialmente cuando la superficie corporal afectada es más extensa. También se destaca el papel del farmacéutico, especialmente a nivel comunitario, quien desempeña funciones esenciales para una atención integral a las personas con vitíligo.

Papel del farmacéutico

Los farmacéuticos, desde sus diversos ámbitos profesionales, pueden contribuir al adecuado asesoramiento y asistencia sanitaria a los ciudadanos y pacientes con vitíligo.

En el caso de los farmacéuticos comunitarios, debido a las particularidades de la enfermedad, cobran una especial relevancia en la detección y asesoramiento a los pacientes y sus familiares.

Sus funciones son esenciales para una atención integral a las personas con vitíligo, desde el seguimiento farmacoterapéutico hasta la colaboración con otros niveles asistenciales, pasando por el ofrecimiento de educación sanitaria y del necesario apoyo a los pacientes, y reforzando la importancia de la fotoprotección, esencial en este caso debido a que la pérdida de melanina aumenta la susceptibilidad a los riesgos derivados de la exposición a la radiación solar.