El 25 de abril se celebra cada año el Día Mundial del ADN (ácido desoxirribonucleico), coincidiendo con la fecha en la que en 1953 se publicó en la prestigiosa revista Nature el artículo “Estructura molecular de los ácidos nucleicos; una estructura para el ácido desoxirribonucleico”.
Los autores, James Watson y Francis Crick, descubrieron la estructura en doble hélice de ADN, abriendo el camino hacia el estudio del genoma humano y el desarrollo de novedosas técnicas de biología molecular que han supuesto una revolución en el ámbito terapéutico.
Uno de los primeros pasos se dio con la utilización de las enzimas de restricción para aislar y clonar genes concretos, permitiendo la identificación de regiones específicas del genoma asociadas a la presencia de una determinada enfermedad.
Estos avances constituyeron la base conceptual que dio cabida, varias décadas después, al desarrollo de medicamentos capaces de transferir con objetivos terapéuticos material genético nuevo a un individuo, un tipo de terapia avanzada conocida como terapia génica.
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos desea sumarse a la celebración de este Día Mundial del ADN con la publicación de este informe, en el que se recogen los principales avances que se han producido tanto en la investigación como en la aplicación práctica de los medicamentos de terapia génica.
Protagonismo del farmacéutico
Por lo general, la dispensación y administración de medicamentos de terapia génica se encuentra restringida al ámbito hospitalario, motivo por el cual la participación de los farmacéuticos hospitalarios en los equipos multidisciplinares dedicados a la evaluación de estos medicamentos con carácter previo a su utilización dota a estos profesionales de una función decisiva.
Por su parte, el farmacéutico comunitario cuenta con un papel asistencial relevante, ya que muchos pacientes tratados con este tipo de medicamentos serán dados de alta y muy probablemente acudirán con frecuencia a la farmacia comunitaria para retirar la medicación para otras comorbilidades u otros problemas de salud.
Por este motivo, la coordinación asistencial sigue siendo un factor importante para garantizar la calidad de la atención ofrecida a los pacientes, siendo necesario mantener actualizados los conocimientos sobre el perfil beneficio-riesgo de estos medicamentos.
Además de las funciones asistenciales, cabe resaltar de manera especial el papel de los farmacéuticos en la investigación de este tipo de terapias avanzadas. Como profesionales sanitarios expertos en el medicamento, los farmacéuticos pueden participar a cualquier nivel en la investigación clínica de nuevas opciones farmacoterapéuticas, con una particular perspectiva integradora. Por ejemplo, en la industria farmacéutica, ejercen farmacéuticos en departamentos implicados en la investigación clínica de terapias génicas.
En definitiva, el perfil profesional del farmacéutico se ha ido especializando en distintos campos, si bien el conocimiento de los medicamentos es la esencia de la profesión en todos ellos.
Por ello, la participación de los farmacéuticos en los procesos relacionados con el desarrollo, distribución, dispensación de los medicamentos, así como en el seguimiento de los resultados de la farmacoterapia, contribuye a garantizar la calidad asistencial para los pacientes, un elemento que cobra especial relevancia en el caso de los medicamentos de terapia génica debido a los múltiples aspectos de innovación que incorporan.