El farmacéutico ortopeda trabaja entre otros muchos campos para conseguir una accesibilidad universal permitiendo que las personas con discapacidad puedan vivir en igualdad, en libertad de forma independiente. La formación y dispensación en productos de apoyo permitirá que puedan participar en todos los aspectos de la vida.
“Un paciente deja de ser dependiente si tiene los productos de apoyo necesarios para continuar su vida”
La convención sobre los Derechos de las personas con Discapacitados indica “que tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud”.
El farmacéutico ortopeda acompañará siempre a su paciente en esta labor aportando una asistencia sanitaria de calidad, lo más cercana posible mejorando su calidad de vida.
Mª Carmen Mijimolle
Vocal Nacional de Ortopedia