La inclusión de las farmacias comunitarias en la estrategia de pruebas de COVID-19 aumentó significativamente el número de puntos de detección en todo Portugal, así como la disponibilidad horaria y la proximidad geográfica. Hecho que permitió mejorar la accesibilidad y equidad en el acceso, especialmente entre los grupos sociodemográficos más desfavorecidos.
Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio “The impact of community pharmacies on equity in access to professional rapid antigen testing for SARS-CoV-2 in Portugal”, publicado en enero en la revista European Journal of Pharmaceutical Sciences.
El artículo, del que son autores miembros del equipo de investigación de la Asociación Nacional de Farmacias (ANF), señala una reducción de más del 50% en la distancia media recorrida por los ciudadanos para acceder a las pruebas diagnósticas de COVID-19 y destaca la importancia de las farmacias para mejorar la eficiencia, accesibilidad y equidad en la prestación de servicios.
Por todo ello, sugiere que la colaboración continuada entre el sistema sanitario público y privado, como son las farmacias comunitarias, podría ser especialmente valiosa para reducir las disparidades que afectan principalmente a las poblaciones más vulnerables.