Desde antibióticos a medicamentos cardiovasculares o respiratorios, prácticamente todos los grupos terapéuticos de medicamentos presentan faltas.
El informe anual sobre el desabastecimiento de medicamentos de la PGEU indica que en 2023 la situación empeoró en comparación con años anteriores. Solo en los Países Bajos se registraron 2.292 desabastecimientos durante el pasado año, que afectaron a más de 5 millones de personas. Otros países como Suecia, Portugal y España también registraron un aumento significativo de los casos.
En palabras del presidente de la PGEU, Aris Prins: "A pesar de los continuos esfuerzos de los farmacéuticos por encontrar una solución, los desabastecimientos siguen dejando a muchos pacientes sin su tratamiento. Una situación que causa frustración y molestias a los pacientes y erosiona su confianza en nuestra profesión y en el sistema sanitario. Del mismo modo, genera estrés al personal de farmacia e impone una carga administrativa adicional al trabajo diario de las farmacias".
En 2023, las farmacias de la UE dedicaron una media de casi 10 horas semanales a gestionar la falta de disponibilidad de medicamentos, tiempo que se ha triplicado en los últimos 10 años y que podría dedicarse a otras tareas útiles, como asesorar a los pacientes sobre el uso seguro y eficaz de los medicamentos. Las farmacias se enfrentan a una lucha cada vez mayor para ofrecer a los pacientes soluciones ante la actual reducción del personal sanitario.
Entre los distintos países existen grandes diferencias en cuanto a las opciones que pueden contemplar los farmacéuticos para encontrar alternativas -por ejemplo, la sustitución o la formulación magistral- en caso de que el medicamento prescrito no esté disponible. Los farmacéuticos deben gozar de mayor flexibilidad y poder aprovechar sus competencias, conocimientos y experiencia para ayudar eficazmente a los pacientes.