El documento de trabajo, con el título de “Vulnerabilidades de las cadenas de suministro global de medicamentos”, identifica las causas de la escasez de medicamentos -que ha ido empeorando a lo largo de los años, pero que se han agravado tanto por la pandemia como por la guerra en Ucrania-, y también establece posibles soluciones. Además, el documento propone identificar una lista de medicamentos críticos entre los 53.000 que se utilizan en la Unión Europea (UE) y sugiere asimismo reducir parte de la burocracia de la normativa sobre medicamentos y mejorar la infraestructura digital de regulación, para mejorar la seguridad de los suministros. También resalta la necesidad de promover la innovación ecológica y digital para mejorar la competitividad europea en la fabricación de medicamentos.
La Comisión reconoce en el texto que la normal disponibilidad de medicamentos es una preocupación desde hace tiempo, y que el problema de la escasez se ha convertido en algo sistémico. Este problema afecta a los tratamientos, pero también a los ciudadanos y a la fortaleza de los sistemas sanitarios en toda Europa. Entre las causas el documento reconoce que son multifactoriales y se han detectado problemas a lo largo de toda la cadena: desde los problemas de calidad y fabricación hasta la competitividad de la industria. Pero, en particular, el desabastecimiento de medicamentos puede ser consecuencia de las interrupciones y vulnerabilidades de la cadena de suministro que afectan al suministro de principios activos y componentes clave.
Pandemia
El problema se ha puesto aún más de relieve durante la pandemia de COVID-19, así como la necesidad de garantizar el suministro continuo de medicamentos, algo que a menudo se da por sentado en toda Europa. Hecho especialmente importante en el caso de los medicamentos más críticos que son esenciales para asegurar la continuidad de la atención, la prestación de una asistencia sanitaria de calidad y garantizar un alto nivel de protección de la salud pública en Europa.
En palabras de la Comisión “la pandemia de COVID-19, la agresión militar no provocada e injustificada de Rusia contra Ucrania y la consiguiente crisis energética actual también han puesto en primer plano las cuestiones relativas al de la dependencia de la UE de terceros países en cuanto a medicamentos, materias primas e ingredientes utilizados en la fabricación de productos farmacéuticos”.
En este sentido, el Consejo Europeo destacó la necesidad de reforzar la seguridad y la continuidad de disponibilidad de medicamentos y abordar las causas de la escasez sistémica y las interrupciones de las cadenas de suministro, también más allá del contexto específico de la crisis. Además, invitó a la Comisión y a los Estados miembros a colaborar en la búsqueda de "soluciones oportunas, en particular en lo que respecta a [...] medicamentos críticos". El Parlamento Europeo también se ha manifestado sobre el asunto y ha considerado que es "imperativo prevenir la escasez de medicamentos y mitigar sus efectos en caso de que se produzcan".