Posiblemente no sea bien conocido, desde el punto de vista social, que la preparación científica del farmacéutico es, sin duda, la mejor para abordar los asuntos vinculados al medicamento.
Por un lado, estudia su origen, es decir, cómo se introduce un fármaco en terapéutica, lo cual le hace conocer el primer motivo o la primera razón que guió al investigador (también farmacéutico) para su obtención.
Saber el “por qué” de las cosas genera un criterio inigualable que suele ir en escalada hacia otros posibles hallazgos.
Por otra parte, la investigación básica es otro de sus fuertes; no hay más que revisar el curso de la historia, para comprobar el protagonismo que siempre ha ejercido y ejerce en este campo de la investigación, posiblemente debido a su preparación multidisciplinar.
Finalmente, hay que destacar que estos hechos el farmacéutico los complementa y remata para culminar la elaboración de un medicamento, en el escenario final: los estudios clínicos que ellos mismos llevan a cabo junto con otros profesionales.
El espectro tan completo sobre el medicamento, solamente lo posee el farmacéutico y, además, lo enseña en los ámbitos de la docencia.
Francisco Zaragozá
Vocal Nacional de Docencia e Investigación