El Consejo General de Colegios Farmacéuticos, coincidiendo con el primer año de pandemia, ha hecho balance de estos doce meses de emergencia sanitaria. Un periodo en el que la profesión farmacéutica ha sido proactiva y ha permanecido de guardia, junto al paciente y colaborando con el sistema sanitario y el resto de profesionales de la salud. Los farmacéuticos han estado en los puntos más críticos de la pandemia, realizando la pruebas del virus, en labores de rastreo, garantizando la producción y distribución y dispensación de medicamentos, investigando o educando a la población. Una labor desarrollada desde centros de salud, hospitales, laboratorios de análisis clínicos o las 22.102 farmacias.
Así se refleja en el documento “La Farmacia Española frente al COVID-19. Un año de pandemia”, que recoge las principales iniciativas puestas en marcha por la profesión farmacéutica desde el 13 de marzo de 2020, antes de declararse el Estado de Alarma, cuando el Consejo General de Farmacéuticos analizó la situación y remitió a las autoridades sanitarias una batería de medidas para promover la prevención de ciudadanos y profesionales, y garantizar siempre el acceso a los medicamentos. Una actitud constructiva que ha permanecido intacta durante todo este tiempo y se ha reflejado en la puesta en marcha de muchas de estas iniciativas como el reparto de mascarillas entre los más vulnerables, las labores de detección y cribado o la atención farmacéutica domiciliaria.
Para Jesús Aguilar, presidente en funciones del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, este año ha sido “uno de los más duros que hemos vivido todos, personal y profesionalmente, pero ha servido para poner de manifiesto el valor real de muchas cosas, entre otros de los farmacéuticos en todas las modalidades de ejercicio.” Farmacéuticos que “han permanecido de guardia y cuya actuación ha ido más allá de lo profesionalmente exigible, entrega que ha tenido el triste balance de 24 fallecidos entre los profesionales de las farmacias”, recuerda Aguilar.
En la etapa actual de la pandemia, la Organización Farmacéutica Colegial ha ofrecido a las autoridades sanitarias la colaboración de las 22.102 farmacias como una red de inteligencia sanitaria en el cribado y detección precoz de la Covid-19. En este sentido, farmacias de las Comunidades Autónomas de Galicia, Cataluña y Madrid han colaborado activamente en la realización de pruebas rápidas. Del mismo modo, desde el comienzo de la campaña de vacunación, la profesión farmacéutica ha diseñado un conjunto de acciones que abarcan labores de sensibilización y educación; así como de farmacovigiliancia y adherencia; e, incluso, la posibilidad de utilizar la propia red de farmacias como centros de vacunación.
Prevención
Entre las principales labores desarrolladas desde los primeros días de pandemia por los farmacéuticos ha estado la educativa; formación e información dirigida a promover la prevención y salvar vidas. Para ello, la Organización Farmacéutica Colegial ha generado una ambiciosa y completa batería de documentación para profesionales y pacientes: 4 Informes Técnicos con sucesivas actualizaciones, 17 infografías monográficas, 16 Videoconsejos, así como un amplio programa formativo formado por un Curso Marco para profesionales con más de 20.000 inscritos. Este arsenal de herramientas ha contribuido a frenar el avance de una pandemia en la que la farmacia ha sido el primer centro sanitario donde los ciudadanos han acudido a informarse.
El liderazgo digital de la farmacia también se ha puesto de manifiesto también durante la crisis. Sobre unas sólidas bases tecnológicas se han desarrollado soluciones para evitar desplazamientos a los pacientes y reducir el riesgo de contagios. En concreto, se puso en marcha la modificación de la receta electrónica pública para renovar las prescripciones en pacientes crónicos y se impulsó la receta electrónica privada que ya suma cerca de un millón de operaciones y que ha sido posible gracias a la consecución con agilidad de acuerdos con las profesiones prescriptoras, las mutualidades y la sanidad privada.
Otra de las primeras preocupaciones de la Organización Farmacéutica Colegial fue que el confinamiento o la cuarentena no dejase a ningún paciente sin su medicamento. Con este fin, generamos un protocolo excepcional de atención farmacéutica domiciliaria que ha permitido llevar los medicamentos a los más vulnerables. También, en algunas Comunidades Autónomas –Andalucía, Cantabria, Cataluña, La Rioja, Aragón y Navarra -, se han articulado sistemas de colaboración entre la farmacia hospitalaria y comunitaria para garantizar esa continuidad asistencial en la dispensación de medicamentos hospitalarios. Por ejemplo, la experiencia piloto desarrollada en Cantabria permitió que, solo durante los meses de abril y mayo de 2020, hasta 2.249 medicamentos de dispensación hospitalaria fueran entregados en la farmacia comunitaria, con un promedio de 57,7 entregas diarias.
Cercanía y sensibilidad con los más vulnerables
A los efectos sanitarios de esta crisis, se suman sus efectos sociales, por ello la Organización Farmacéutica Colegial ha sido proactiva con iniciativas como Mascarilla-19, destinada a prestar ayuda a víctimas de violencia de género; o la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado en la detección de personas pertenecientes a colectivos vulnerables, especialmente las personas mayores, y que han dejado de retirar su medicación habitual, señal de que pueden necesitar ayuda.
Toda esta labor profesional y entrega de los farmacéuticos ha sido motivo de hasta 14 reconocimientos y homenajes públicos, entre ellos el Premio Princesa de Asturias a la Concordia, por su papel durante la pandemia, confirmando su cercanía y accesibilidad a los ciudadanos, que reconocen su vocación de servicio y su compromiso social y sanitario. Una realidad que también quedó demostrado en el estudio el Papel de la Farmacia en la Crisis del COVID-19 realizado por GAD-3 en que se pone de manifiesto que el 91,3% de los ciudadanos valora positivamente la actuación de la farmacia en la crisis, y que el 98% confía en la información que le proporciona su farmacéutico.
Un acuerdo entre el Consejo General de Farmacéuticos y la Conferencia Nacional de Decanos facilitó a los estudiantes matriculados en la asignatura de prácticas tuteladas, que fueron canceladas por la crisis del coronavirus, la formación online necesaria para la adquisición de las competencias y habilidades necesarias para la consecución de su título universitario. El 90% de estos estudiantes (más de 2.100) se benefició de este convenio a través del cual se generaron 15 cursos que contaron con más de 11.000 inscripciones.