Con motivo de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 9 de junio, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos de España ha definido los cuatro pilares en los que debe apoyarse la futura legislatura europea en lo que se refiere a farmacia para poder construir una Unión Europea de la Salud más fuerte.
La primera de las medidas debe ser el mantenimiento de la sanidad como prioridad en la agenda política de la Unión Europea y para ello es necesario materializar esa prioridad en las estructuras del Parlamento y la Comisión Europea, creando una comisión parlamentaria específica de Sanidad y dedicando al área sanitaria también en exclusiva a uno de los miembros del Colegio de Comisarios.
La segunda cuestión fundamental a abordar en la futura legislatura es la construcción de un Espacio Europeo de Datos Sanitarios seguro y eficaz.
Para la construcción de este espacio, el Consejo General de Farmacéuticos insta a contar con las Organizaciones de Profesionales Sanitarios, de forma que puedan acreditar el correcto uso y calidad de los datos.
Es también especialmente importante garantizar la interoperabilidad de los historiales clínicos digitales, respetando en la medida de lo posible, las estructuras ya creadas, como la receta electrónica privada.
El tercer pilar de la futura legislatura en la que debe construirse la Unión Europea de la Salud es la definición de una Estrategia Farmacéutica Europea capaz de garantizar el acceso a los medicamentos en condiciones de equidad e igualdad en un contexto, como el actual, de crecientes problemas en el suministro de medicamentos.
Para ello es imprescindible facilitar la sustitución de medicamentos por el farmacéutico y mejorar la capacidad de predicción de los desabastecimientos, teniendo en cuenta la información que puede ofrecer la red de farmacias comunitaria.
Esa futura Estrategia Farmacéutica Europea debe, además, promover la digitalización y el uso del prospecto electrónico como una herramienta complementaria del prospecto de papel, no sustitutiva.
Esto permitirá garantizar el acceso a la información adecuada por todos los colectivos, incluidos los más vulnerables.
Finalmente, el cuarto pilar de la política europea en el ámbito de la farmacia para la próxima legislatura debe apoyarse en la farmacia para ampliar las capacidades de los sistemas sanitarios.
Esto implica contar con las farmacias comunitarias para lograr un abordaje global de la salud mental e incorporar a los farmacéuticos como agentes en salud pública, aprovechando el potencial de las farmacias comunitarias para informar y educar en salud, creando redes de farmacias centinela y promoviendo programas de prevención y detección precoz de la enfermedad y realización de cribados.
“Necesitamos una farmacia más fuerte si queremos tener una Europa más saludable. Es imprescindible ampliar las capacidades de los sistemas sanitarios y robustecer sus sistemas de salud pública. La farmacia comunitaria puede ser un gran aliado en esta tarea, integrándose en las redes de vigilancia epidemiológica y participando en tareas tanto de educación como de cribados y prevención de enfermedades”, ha dicho Jesús Aguilar, presidente en funciones del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España.