Los farmacéuticos de hospital trabajamos día a día para que los pacientes ingresados, los ambulatorios y los externos que tienen tratamientos del ámbito hospitalario reciban la mejor atención farmacéutica posible, así como los tratamientos farmacológicos que les han sido prescritos con las máximas garantías de eficiencia y seguridad.
Nuestra presencia en las unidades de hospitalización, en los servicios de urgencias, en los hospitales de día y en las consultas externas, nos permite realizar las funciones que tenemos asignadas: validación de los tratamientos farmacológicos; conciliación de medicamentos al ingreso, al alta y en las transiciones asistenciales; detección de interacciones farmacológicas; ajuste de dosis en insuficiencia renal y hepática; realización de determinaciones farmacocinéticas; elaboración de mezclas intravenosas, orales y tópicas; y detección de errores de medicación entre otras.
Asimismo, participamos en la elaboración de protocolos farmacoterapéuticos, en las comisiones clínicas, de seguridad y de calidad hospitalarias, convirtiéndonos así en una pieza fundamental en la atención a los pacientes junto con los equipos multidisciplinares hospitalarios.
Ana Sangrador
Vocal Nacional de Farmacia Hospitalaria