El cáncer es la segunda causa de muerte a nivel global, habiendo provocado casi un total de 10 millones de fallecimientos en 2020. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) ha estimado que, en 2040, las muertes por cáncer habrán aumentado un 62 % en todo el mundo y un 30 % en Europa. La mortalidad prematura supone no solo una pérdida de una persona integrante de la sociedad, sino también una pérdida de capital humano. Relacionado con este último punto, la pérdida de productividad como consecuencia de la mortalidad prematura de los pacientes con cáncer contribuye de manera significativa a la carga económica total causada por la enfermedad.
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