El cáncer de mama triple negativo representa alrededor del 15% de todos los tumores mamarios diagnosticados. Desde el prisma clínico, se trata de un subtipo tumoral muy agresivo, caracterizado por una ausencia de tres receptores moleculares que se usan como biomarcadores en estas pacientes: receptores de estrógeno y progesterona y sobreexpresión del receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2). Esa característica hace que ni los tratamientos hormonales y ni las terapias dirigidas frente a HER2 sean efectivas, determinando un peor pronóstico en estadios avanzados, en los que solo se podía recurrir a quimioterapia paliativa.
Un análisis intermedio