Un estudio observacional de casos y controles con una amplia cohorte de pacientes coreanas de edad avanzada ha demostrado que el uso de inhibidores de la bomba de protones se asocia con una probabilidad un 13% mayor de sufrir una fractura ósea por osteoporosis frente al uso de fármacos anti-H2. Ese riesgo aumenta hasta el 30% si el tratamiento dura más de 1 año y si ese tratamiento ha sido reciente (en el último año), por lo que parece que los anti-H2 son alternativas más seguras en esta población de pacientes.
A pesar de que el perfil beneficio-riesgo de los fármacos inhibidores de la bomba de protones (IBP, tales como omeprazol, rabeprazol, etc.) está bien caracteriz