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La dispensación colaborativa a pacientes ambulatorios: una opción que se puede –¿debería?– generalizar

Publicado en Nº476 Nº476

La experiencia de la dispensación a pacientes ambulatorios de medicamentos de ámbito hospitalario colaborativamente entre servicios de farmacia de hospitales y farmacias comunitarias se inició durante la pandemia por COVID-19 y se ha ido extendiendo desde entonces, con el establecimiento de protocolos específicos. Aunque todos los indicios apuntaban a una muy buena aceptación de dicha práctica por parte de los pacientes, que se ahorraban el viaje al hospital para la retirada de medicamentos concretos, su satisfacción con este servicio aún no se había evaluado de forma sistemática.

Recientemente se han divulgado los resultados de un estudio transversal realizado en la unidad de pacientes externos del servicio de farmacia del Hospital del Mar, en Barcelona, en el que se incluyeron un total de 4057 participantes entre pacientes con enfermedades crónicas estabilizadas y signos de fragilidad clínica o social, pacientes inmunocomprometidos o aquellos cuyo lugar de residencia se situara a una distancia suficiente del hospital (que justificara el envío de la medicación una farmacia comunitaria cercana). La edad media fue de 53 años y dos tercios eran mujeres. A todos ellos se les remitió un cuestionario diseñado ad-hoc con 14 preguntas para recoger la siguiente información: datos demográficos, de la duración del tratamiento, del modo habitual de recogida de la medicación y del grado de satisfacción con las listas de espera para ello, de la atención recibida por los profesionales, de la información sobre su tratamiento y de la confidencialidad de sus datos a lo largo de todo el proceso.

Respondieron a la encuesta un total de 1286 pacientes (31,7 %); las variables asociadas significativamente con la mayor probabilidad de respuesta fueron la edad superior a 44 años (máxima en el grupo etario entre 55 y 64 años) y, sobre todo, la recepción de la medicación a través de la farmacia comunitaria. Los pacientes que recibían la medicación en farmacias comunitarias (n= 927) reportaron, en comparación con aquellos que acudían al hospital a retirarla (n= 359), un grado significativamente mayor (p< 0,001) de respuestas de “satisfecho” o “muy satisfecho” respecto al tiempo de espera para la recogida de los medicamentos (88 % vs. 66 %), la atención recibida por los profesionales (93 % vs. 86 %) y la información recibida sobre el tratamiento (79 % vs. 77 %). Los resultados obtenidos sobre la confidencialidad del proceso fueron similares en ambos entornos de farmacia.

De tales resultados se deduce que la dispensación colaborativa en farmacia comunitaria de ciertos medicamentos –de dispensación habitual en hospital– genera un mayor nivel de satisfacción en pacientes ambulatorios respecto a su recogida en el hospital, con un mayor grado de accesibilidad esencialmente debido a la proximidad al domicilio del paciente, pero también asociado a una atención farmacéutica optimizada. Habida cuenta de que la satisfacción del paciente en su proceso terapéutico se reconoce como un importante componente de la calidad de la asistencia sanitaria, se sientan las bases para poder generalizar una práctica que aún está limitada a pruebas piloto, ámbitos geográficos reducidos y/o grupos de fármacos concretos.

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