Monodosis

Otro potencial beneficio con metformina: su consideración como anti-edad

Publicado en Nº477 Nº477

En la actualidad, la metformina constituye la primera línea de tratamiento para los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM 2) en la mayor parte de las guías clínicas a nivel internacional y se estima que más de 200 millones de pacientes la reciben a diario en todo el mundo. Pese a ello, y sorprendentemente, los mecanismos que subyacen a su acción terapéutica aún no se comprenden del todo. Los primeros indicios apuntaban al hígado como el principal órgano implicado en el efecto de la metformina sobre la reducción de los niveles de glucosa en sangre, pero cada vez hay más pruebas que sugieren que otros sitios de acción del organizmo también desempeñarían un papel importante, como el tracto gastrointestinal, las comunidades microbianas intestinales y las células inmunitarias residentes en los tejidos. A nivel molecular, se ha demostrado que la metformina se dirige a las mitocondrias hepáticas, aunque la reciente identificación de una nueva diana en la superficie del lisosoma (cuando las concentraciones de metformina son bajas) podría revelar un nuevo mecanismo de acción.

Teniendo en cuenta los positivos registros de eficacia y seguridad de metformina en la DM2, se está planteando su uso futuro para enfermedades como el cáncer, enfermedades inflamatorias e, incluso, las enfermedades relacionadas con la edad. En este último punto cada vez se está desarrollando más evidencia.

Un claro ejemplo es un reciente estudio preclínico de 40 meses de duración en el que se han evaluado los efectos geroprotectores (anti-edad) en adultos machos de la especie cynomolgus. Esta investigación englobó una serie de pruebas fisiológicas, histológicas, de imagen y moleculares con el fin de establecer el efecto de la metformina en el retraso de los procesos asociados al envejecimiento. En concreto, los investigadores han aprovechado la transcriptómica, la metilación del ADN, la proteómica plasmática y la metabolómica para desarrollar innovadores relojes de envejecimiento en monos utilizarlos como marcadores para medir los efectos de la metformina sobre el envejecimiento.

Los prometedores resultados revelaron un enlentecimiento en los indicadores de envejecimiento, concretamente un retraso de hasta 6 años en el envejecimiento cerebral, que permiten hipotetizar que la metformina ejerce un efecto neuroprotector sustancial, preservando la estructura cerebral e incrementando las habilidades cognitivas. Dicho efecto geroprotector a nivel neuronal parece mediado, al menos en parte, por la activación de la ruta bioquímica del Nrf2, un factor de transcripción con capacidad antioxidante.

Aunque aún quedan muchos pasos por recorrer, estos prometedores resultados abren las puertas al avance de una nueva estrategia farmacológica contra el envejecimiento en humanos, a la espera de futuros estudios que puedan extrapolarse a nuestra especie.

Bibliografía

    • Yang Y, Lu X, Liu N, Ma S, Zhang H, Zhang Z et al. Metformin decelerates aging clock in male monkeys. Cell. 2024; S0092-8674(24)00914-0. DOI: 10.1016/j.cell.2024.08.021.

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