Revisión

Ictericia

Publicado en Nº473 Nº473
Patricia Isabel Mestre Lerma1, Pablo Gómez González del Tánago2, Marta Sojo Elías3, Mario Arana Zumaquero4, Iziar Concepción Andrés5, Elva Ortega Polar6, Natalia García Ibarguchi7 y Francisco Javier Panadero Carlavilla8 1 Residente de Medicina Familiar y Comunitaria en Centro de Salud Valle de la Oliva - Majadahonda (Madrid). 2 Médico de Familia. Equipo de atención primaria (EAP) - Villanueva de la Cañada (Madrid). 3 Médico de Familia. EAP - Villanueva de la Cañada (Madrid). 4 Pediatría. EAP - Villanueva de la Cañada (Madrid). 5 Médico de familia. EAP - Villanueva de la Cañada (Madrid). 6 Enfermera de Atención Primaria. EAP - Galapagar (Madrid). 7 Residente de Medicina Familiar y Comunitaria en EAP El Abajón - Las Rozas (Madrid). 8 Médico de Familia y Especialista en Medicina del Deporte. EAP - Villanueva de la Cañada (Madrid). Email: javierpanadero61@gmail.com

Resumen


La ictericia hace referencia a una coloración amarillenta de piel y mucosas, y debe ser objetivada sobre todo en mucosas, evitando confusión con la presencia de una elevada ingesta de carotenoides. Se produce por acúmulo de bilirrubina y aparece cuando existe una excesiva hemólisis o una incapacidad del hepatocito para realizar una correcta glucuronoconjugación (proceso enzimático mediante el cual es posible conjugar la bilirrubina y transportarla al duodeno) o bien puede deberse a una obstrucción o alteración de las vías biliares. Así pues, su origen puede ser prehepático (hemólisis, hematoma, infarto pulmonar), hepático (hepatitis, hemocromatosis, drog

Este artículo es solo para suscriptores. Para seguir leyendo, por favor, accede con tu cuenta. Acceder

Artículos relacionados