La campaña promovida por los colegios de farmacéuticos, médicos y enfermería de Bizkaia para la correcta gestión de medicamentos usados y caducados fue impulsada con el apoyo del Ayuntamiento de Bilbao.
Marquesinas y autobuses de Bilbobus sirvieron de soporte para difundir a finales del año pasado el mensaje a la ciudadanía a través de imágenes y mensajes visibles en el interior y exterior de los vehículos, así como en paradas.
La iniciativa contó con la colaboración del Área de Movilidad y Sostenibilidad y el respaldo del Área de Salud y Consumo.
Se promovió la eliminación segura de medicamentos caducados y excedentes para evitar su acumulación en los hogares. También se distribuyeron pósters y trípticos en farmacias y centros sanitarios, que informaban sobre los puntos SIGRE. La campaña incidía en evitar la eliminación inadecuada de fármacos para prevenir daños en la salud y el medio ambiente.
En representación de los tres colegios, Cosme Naveda, presidente del Colegio de Médicos de Bizkaia, agradeció al Ayuntamiento su implicación en esta campaña y destacó la importancia de trabajar en red: “El establecimiento de alianzas, en este caso con el Ayuntamiento de Bilbao gracias al compromiso del Área de Movilidad y Sostenibilidad, nos permitirá ser mucho más eficaces y llegar e implicar a toda la ciudadanía. Así, estaremos más cerca de alcanzar el objetivo común de cuidar de nuestra salud y del medio ambiente”, señaló.
Gestionar bien estos residuos para proteger la salud y el medio ambiente
La presencia del concejal de Salud y Consumo, Álvaro Pérez, en la presentación de esta iniciativa, responde al respaldo del Ayuntamiento a una de las principales finalidades de esta campaña, como es la protección de la salud de las personas usuarias de medicamentos. La revisión de los botiquines caseros es una actuación básica en este sentido, ya que es el lugar donde más medicamentos se acumulan de forma innecesaria suponiendo un peligro para la salud de las personas, que los pueden tomar por error.
Muchas veces, los medicamentos se terminan desechando en la basura normal, en el contenedor del papel o en el contenedor de vidrio, con lo que restos de medicamentos pasan al agua, a los suelos, a las plantas que crecen en ellos y terminan entrando en la cadena trófica, con el consiguiente perjuicio para la salud humana, animal y medioambiental.
Para que esta iniciativa tenga éxito es necesario aunar esfuerzos y trabajar en red. Por esa razón la implicación de instituciones como el Ayuntamiento de Bilbao pretende contribuir a que el mensaje llegue de forma nítida y extensa a toda la ciudadanía bilbaína.