Hace tan sólo unos días renovamos nuestro mandato al frente de la Organización Farmacéutica Colegial con el firme compromiso de guiar a la profesión en su cambio hacia un mayor protagonismo en el sistema sanitario. Es una transformación de la profesión que la sociedad nos viene demandando y que ya ha comenzado.
Hoy, tal y como nos propusimos desde nuestro primer mandato, la profesión farmacéutica es una profesión más asistencial, más social y más digital que hace tan sólo unos años. Y por tanto, es también una profesión más preparada para afrontar desafíos presentes y futuros de la sanidad, como los problemas de suministro de medicamentos, la escasez de profesionales, las crecientes desigualdades sociales, el envejecimiento y cronicidad de la población, la pandemia de salud mental, la transformación digital o los riesgos de la desinformación en salud.
En tan sólo unos años la profesión ha dado pasos de gigante en el ámbito asistencial y podemos decir con orgullo que ya uno de cada cinco pacientes que entra a una farmacia recibe servicios farmacéuticos que van más allá de la dispensación de medicamentos, como los servicios de seguimiento farmacoterapéutico, los cribados de detección de enfermedades ocultas como la diabetes, el VIH o el cáncer de colon; los programas de cesación tabáquica y la dispensación colaborativa entre farmacia hospitalaria y para acercar la medicación a la población.
Renovamos ahora nuestro mandato, con la senda ya trazada, pero con nuevos objetivos para mostrar la enorme aportación a la salud de la población que puede hacer el farmacéutico desde todos sus ámbitos de ejercicio profesional”
En el ámbito social se ha comenzado también a aprovechar el potencial de la red de farmacias comunitarias para detectar vulnerabilidades como la violencia de género, la soledad no deseada y otros determinantes sociales de la salud.
Y se han dado pasos importantísimos como la firma del Protocolo de Farmacia Comunitaria Rural, que ahora deben poner en marcha las autonomías, o la puesta en marcha del proyecto Escuelas Rurales de Salud, que contribuyen a la sostenibilidad de las farmacias rurales y, con ello, a la salud de nuestros pueblos y sus habitantes.
Y en lo digital, el esfuerzo transformador se ha plasmado ya en la extensión de la receta electrónica privada y de la receta interoperable de las mutualidades. La puesta en marcha de herramientas digitales como FarmaHelp y Cismed ha mostrado también la utilidad del trabajo de la farmacia, que ha resuelto 7 de cada 10 problemas de suministro de medicamentos que se le han planteado.
Renovamos ahora nuestro mandato al frente del Consejo General de Farmacéuticos, con la senda ya trazada, pero con nuevos objetivos para mostrar la enorme aportación a la salud de la población que puede hacer el farmacéutico desde todos sus ámbitos de ejercicio profesional, desde la farmacia hospitalaria, a la óptica y acústica, la ortopedia, los análisis clínicos, la dermofarmacia, la investigación, la alimentación, la distribución, la industria y, por supuesto, la farmacia comunitaria.
Nos proponemos seguir avanzando en la gobernanza de la Organización Farmacéutica Colegial, con la tramitación de nuevos estatutos y con un código deontológico pionero que ha incorporado el componente medioambiental.
Queremos también reforzar nuestra posición como profesionales expertos en el medicamento y cobrar un mayor protagonismo en la sanidad, un propósito que sabemos que es compartido con las autoridades sanitarias, tal y como expresa la ministra de Sanidad, Mónica García, en la entrevista que ha concedido a Farmacéuticos con motivo de la publicación de su número 500. Queremos sobre todo ser más protagonistas en salud pública, con iniciativas en las que estamos avanzando como el próximo programa con el Ministerio de Sanidad de prevención de las ITS, con la distribución gratuita de preservativos, el nuevo plan de prevención y control del tabaquismo o el de deprescripción y mejora del uso de psicofármacos.
Estamos para ello en un momento de enormes oportunidades, con la reforma pendiente de la Ley de Garantías y Uso Racional de los medicamentos, un texto legal que debe recoger un mayor desarrollo de competencias profesionales, permitir la sustitución de la forma farmacéutica, limitar la reserva singular de medicamentos, extender la dispensación colaborativa entre farmacia hospitalaria y farmacia comunitaria y, sobre todo, garantizar por ley que allí donde hay un medicamento, tiene que haber siempre un farmacéutico.
Asumimos estos desafíos con renovado orgullo y compromiso hacia nuestra profesión farmacéutica, que está demostrando que un sistema sanitario que cuenta con el farmacéutico es un sistema sanitario más seguro, más cohesionado y más equitativo.
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