Estornudos, picor en los ojos y cansancio, son algunos de los síntomas que muchas personas comienzan a notar con la llegada de la primavera. Se trata de los síntomas de la conocida como alergia primaveral que afecta aproximadamente al 10% de la población. La alergia es una respuesta del organismo ante el contacto con determinadas sustancias que provienen del exterior. En la alergia primaveral es el polen el principal causante de esta hipersensibilidad.
Las alergias más comunes se presentan con la exposición al polen, a los ácaros y al polvo doméstico. Por este motivo, las medidas preventivas se dirigen a evitar el contacto con estas sustancias. En el caso de la alergia primaveral tenemos que evitar el contacto con el polen, para ello debemos mantener l as ventanas de la casa cerradas, especialmente durante las horas de sol, evitar cortar el césped o tumbarse en él, utilizar gafas de sol al salir a la calle, disminuir las actividades al aire libre, y no secar la ropa durante las fases de máxima polinización ya que se pega a las prendas.
Al margen de las medidas preventivas existen dos opciones terapéuticas básicas: el tratamiento farmacológico, considerado como tratamiento de primera línea, que está dirigido principalmente a neutralizar o amortiguar los síntomas más característicos de los cuadros leves o moderados de alergia. Cuando no puede evitarse un alergeno y el tratamiento farmacológico es insuficiente para aliviar los síntomas de la enfermedad atópica, puede intentarse la hiposensibilización o desensibilización con el propio alérgeno, inyectándolo en forma de extracto en dosis crecientes por vía subcutánea. En esto consiste el tratamiento inmunológico o inmunoterapia.
Desde la oficina de farmacia se realiza una labor preventiva, enmarcada en dos líneas de actuación fundamentales. Por un lado se detectan pacientes alérgicos no diagnosticados, derivándolos hacia el médico; y por otra parte se divulgan las medidas de tipo higiénico-sanitario destinadas a amortiguar el impacto de los alergenos sobre los pacientes.
La detección de pacientes alérgicos puede realizarse tanto a través de los síntomas, como por la utilización reiterada y, sobre todo, estacional de los medicamentos antes mencionados, en especial de medicamentos que no precisan prescripción médica como los descongestivos nasales. En cualquier caso es importante que estos pacientes acudan al médico para realizar un diagnóstico adecuado.
No lo olvide: pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento.