La bronquitis es una inflamación de los conductos respiratorios llamados bronquios, en los que se produce un aumento de la producción de mucosidad y otros cambios. Aunque existen varios tipos diferentes de bronquitis, los dos más comunes son la bronquitis aguda y la bronquitis crónica. La bronquitis aguda es la inflamación de las membranas mucosas de los bronquios. Generalmente la causa de la bronquitis aguda es un agente infeccioso, como las bacterias o los virus. También puede tener su origen en algún agente físico o químico como puede ser polvos y alérgenos; y en productos químicos de limpieza, o en el humo del tabaco.
La bronquitis aguda suele ser una enfermedad leve, de resolución espontánea, que se cura completamente y en la que los bronquios recuperan su función normal. La bronquitis aguda puede aparecer después de un resfriado común o alguna otra infección de las vías respiratorias altas. También puede surgir en personas que padecen de sinusitis crónica o alergias. Puede ser grave en pacientes con enfermedades pulmonares o cardiacas.
Los síntomas más comunes de la bronquitis aguda son tos, malestar general, fiebre, dolor de garganta y dolores de los músculos y de la espalda. Al principio se manifiesta con tos seca e improductiva para más tarde aparecer tos con abundantes flemas.
En el tratamiento de la bronquitis aguda generalmente no es necesario tomar antibióticos, ya que la mayoría de las infecciones son causadas por virus. Incluso las personas que han tenido tos durante más de ocho o diez días, generalmente no necesitan antibióticos. El tratamiento normalmente se dirige a aliviar los síntomas. Para ello, se utilizan analgésicos para la fiebre y el malestar, antitusivos para combatir la tos, mucolíticos para disminuir la viscosidad de las secreciones y expectorantes. También es aconsejable aumentar el consumo de líquidos.
Recuerde que la bronquitis aguda no necesita la administración de antibióticos en la mayoría de los casos, y que sus síntomas puede enmascarar otra enfermedad, por lo que debe ser examinado por su médico.
No lo olvide: pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento.