El exceso de peso tiene grados diversos, que van desde un ligero sobrepeso, hasta una manifiesta obesidad. Su origen puede ser muy diverso y, según éste, las medidas para prevenirlo o tratarlo también varían de forma sustancial. No obstante, con carácter general existen una serie de recomendaciones relacionadas con el estilo de vida que pueden ayudar a mantener un peso adecuado a cada persona. La realización de ejercicio físico moderado de forma frecuente es una de los más recomendables. La forma más sencilla y útil de ejercicio consiste en simplemente en pasear al menos una hora al día.
 
La dieta es un elemento esencial en la regulación del peso corporal. El exceso de consumo de azúcares simples y de grasas, así como la escasa utilización de frutas, verduras, pescado y legumbres, son factores que facilitan un engorde excesivo.
Es importante evitar un exceso de aporte calórico, ya que esto se traduce en un incremento de la grasa corporal. Por ello, en ocasiones, puede estar justificada una dieta hipocalórica, que en ningún caso debe ser estricta, salvo por expresa prescripción médica. Es recomendable; beber por lo menos 2 litros de agua al día, masticar lentamente los alimentos, comer reposadamente y sentado, todo lo cual facilitará una digestión adecuada. En los casos de obesidad marcada, es imprescindible acudir a un endocrinólogo para que éste establezca el diagnóstico adecuado y prescriba el correspondiente tratamiento.

En definitiva lo importante es que seamos conscientes de que la obesidad es una cuestión de salud y debe ser tratada por profesionales sanitarios. Las motivaciones estéticas pueden hacer que recurramos a métodos "fáciles y sin esfuerzo" pero esto es un grave error. Estos métodos suelen producir sólo resultados a muy corto plazo. La pérdida de peso debe ser constante y gradual, cuanto más tiempo tardemos en perderlo más se tardará en volver a recuperarlo. Es necesario plantearse objetivos posibles y concretos.
 
No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.