Desde el momento en el que el SIDA y el consumo de drogas comenzaron a convertirse en problemas de salud pública, tanto los farmacéuticos, como los Colegios y el Consejo General, detectaron que era fundamental llevar a cabo acciones de educación sanitaria preventiva como elemento clave en esta lucha sanitaria y social.
La colaboración de la Farmacia con el
Plan Nacional sobre Drogas
se inició a mediados de los años 80 y, años más tarde, se extendió al
Plan Nacional sobre Sida
. El Consejo General de Farmacéuticos viene colaborando, desde hace más de 14 años, con las administraciones sanitarias para que los farmacéuticos puedan disponer de todos los medios a su alcance para colaborar en la prevención del uso de drogas, así como de la infección por VIH.
Con esta finalidad, se han desarrollado múltiples iniciativas, sobre todo destinadas a formar a los farmacéuticos y a informar a la población. En concreto, se han realizado actividades relativas a:
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Formación y motivación al personal de oficina de farmacia
hacia nuevas formas de actuación ante los usuarios de drogas y otra población de riesgo de contagio de VIH.
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Programas de intercambio de jeringuillas
para los usuarios de drogas por vía parenteral
y de dispensación de metadona
para ayudar a la deshabituación.
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Promoción del Diagnóstico precoz de la infección de VIH desde las oficinas de farmacia.
Concretamente, en mujeres embarazadas, en personas que han padecido alguna infección de transmisión sexual, en parejas estables que quieren dejar de usar el preservativo, a usuarios de droga que comparten el material de inyección, entre otros casos.
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Profilaxis en el contagio
: distribución de folletos bajo el lema “Sexo más seguro/¿Cómo te lo haces?”, o “ Ahora yo también decido", para dar a conocer el preservativo femenino como una opción más para la prevención del VIH.
Sin duda, la accesibilidad y la cobertura territorial convierten a las oficinas de farmacia en establecimientos sanitarios estratégicos para realizar esta labor de salud pública; y en muchos casos, son las únicas estructuras sanitarias frecuentadas por usuarios de las drogas. En esta línea se va a continuar trabajando y se van a seguir poniendo en marcha todas aquellas acciones que puedan ser eficaces para promover la educación sanitaria ante el grave problema sanitario y social que supone el consumo de drogas y el VIH.
A la vista de todo lo anterior, podemos concluir que el farmacéutico tiene un papel fundamental en todo lo referente a:
- Información sobre: la transmisión del VIH, profundizando especialmente en los métodos de prevención, y sobre los efectos nocivos del uso de drogas.
- Uso racional de los tratamientos (antiretrovirales y deshabituación): seguimiento farmacoterapéutico.
- Implicación activa en labores de tipo preventivo y asistencial con los consumidores de drogas.
- Colaboración con los médicos. derivación.