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Descripción vídeo

Videoconsejo sanitario sobre la sensación de sequedad nasal, impartido por el farmacéutico Jauma Rotger.

Videoconsejo elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, producido por Medicina TV, y con el patrocinio de Reig Jofre.

Efectos de la sobreexposición al ruido

Todos los días estamos expuestos a sonidos y ruidos del entorno que nos rodea.

La intensidad de estos sonidos normalmente no afecta a nuestra audición.

En nuestro entorno podemos encontrarnos con los diferentes niveles de ruido:
o Una conversación normal: 60-70 dBA.
o Cine: 80-104 dBA.
o Escuchar música con auriculares: 95-110 dBA.
o La sirena de la policía/bomberos: 110-130 dBA.
o Los fuegos artificiales: 140 dBA.

Importante: todos los sonidos que superen los 85 dBA pueden causar pérdida de audición.

Además, los ruidos muy altos pueden ser dañinos, aunque duren poco tiempo. Estos sonidos repentinos pueden dañar estructuras delicadas del oído interno, causando la denominada “Pérdida de audición inducida por el ruido” o NIHL por sus siglas en inglés. (Sobreimpresion en pantalla Noise Induced Hearing Loss).

Esta pérdida puede ser inmediata, por ejemplo, tras una explosión, y afectar de una manera temporal o permanente; o este decremento pueda detectarse después de mucho tiempo.

¿Cómo nos puede dañar el ruido?

Para conocer cómo nos puede dañar el ruido vamos a repasar brevemente cómo oímos:

o En primer lugar, las ondas sonoras entran por el conducto auditivo, hacen vibrar el tímpano y éstas se transmiten por una cadena de huesecillos que amplifican el sonido y producen vibraciones líquidas dentro de la cóclea.
o Dentro de la cóclea, unas células ciliadas muy especializadas transforman las vibraciones en señales eléctricas que se transmiten a través del nervio auditivo al cerebro donde son traducidas en los sonidos que reconocemos y entendemos.

Cuando el sonido es muy alto se produce el daño y la muerte de estas células ciliadas que, a diferencia de aves y anfibios, en los humanos no se regeneran.

Ruidos fuertes durante períodos largos

Por otro lado, cuando nos exponemos a ruidos fuertes durante períodos largos de tiempo, también se va perdiendo progresivamente nuestra capacidad de audición y los sonidos pueden distorsionarse o llegarnos muy débiles.

Esta pérdida de la claridad auditiva, acompañada por el envejecimiento natural, puede llegar a ser una pérdida de audición grave y llegando a necesitarse la ayuda de audífonos.

Ten presente que la exposición a ruidos fuertes, también, puede causar tinnitus o pitidos en los oídos.

– Como principales medidas protectoras, podemos recomendar:
o Usar tapones para los oídos o auriculares de seguridad.
o No superar niveles altos de sonido al escuchar música con auriculares —por debajo de 80 dBA— y mejor si disponen de cancelación de ruido.
o Aquí podemos aplicar una sencilla regla, la del 60/60, que consiste en utilizar el 60 % del volumen del dispositivo durante un máximo de 60 minutos y realizar descanso.
o Evita también estar cerca de los altavoces en conciertos y discotecas.
o Y realiza controles periódicos de tu audición.

Recuerda, acude al médico y pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza. Te ayudaremos y resolveremos cualquier duda que tengas en el cuidado y en la salud de tus oídos.

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