El término interacción se utiliza cuando un medicamento no ejerce el efecto deseado debido a la interferencia de un alimento o de otro medicamento que modifica su eficacia. Los medicamentos y los alimentos pueden influir entre sí tanto de manera positiva, por ejemplo favoreciendo su absorción, como de forma negativa, impidiendo la misma.
Las interacciones son muy variadas y pueden oscilar desde aumentar la toxicidad de un medicamento por ingerirlo con determinados alimentos, hasta anular su efectividad por tomarlo con otros. Por este motivo es de gran importancia que el paciente conozca para qué es y cómo debe tomar sus medicamentos en relación con su alimentación.
Hay que tener en cuenta que las interacciones entre alimentos y medicamentos son mutuas, es decir, también hay fármacos que pueden impedir la absorción de alguno de los nutrientes de los alimentos. Por ejemplo, el uso continuado de laxantes puede impedir la absorción de algunas vitaminas. El consumo habitual de café o te en grandes cantidades puede impedir la absorción del hierro, tanto del que procede de un alimento, por ejemplo la carne, como de los suplementos de hierro tomados en forma de comprimidos. Otro ejemplo podría ser el de un alimento muy común para los mediterráneos, el ajo, que tomado en grandes cantidades puede potenciar el efecto de la medicación anticoagulante.
En la mayoría de los casos, las interacciones existen pero no llegan a influir en la eficacia de la medicación. Aun así, hay que tener una especial precaución con los medicamentos que poseen un margen terapéutico muy estrecho, es decir, los que para ser efectivos deben tomarse en una dosis exacta, porque si se toma menos no hacen efecto y si se toma más de esa cantidad se convierten en tóxicos. También debe tenerse una vigilancia especial, al existir un mayor riesgo de interacciones, con los pacientes de edad avanzada y con los que padecen enfermedades crónicas que consumen múltiples medicamentos, ya que además de las interacciones de los alimentos con los fármacos, también los medicamentos pueden interaccionar entre si.
En resumen, las interacciones entre los alimentos y los fármacos son múltiples. En unos casos pueden ser beneficiosas, porque disminuyen los efectos adversos o aumentan la eficacia del medicamento, pero en otros casos pueden ser no deseables y conllevar al fracaso del tratamiento. Por ese motivo es importante conocer la forma correcta de tomar el fármaco, a fin de obtener el efecto terapéutico deseado.
No lo olvide: pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento.