Durante los meses de verano, es cuando más desplazamientos se producen. Los largos viajes hacia las playas o la montaña, en coche o en avión, pueden causarnos mareos.
Este tipo de malestar es conocido como el mareo cinético. Es una sensación desagradable de inestabilidad, acompañada de alteraciones digestivas y otros síntomas como bostezos, nauseas, sudores fríos, palidez e incluso vómitos. El mareo del viajero se produce normalmente en personas predispuestas.
Su origen está en los movimientos bruscos y externos, como los provoca un coche acelerando y frenando, un barco o un avión. Es muy extraño que afecte a los bebes, pero a partir de los dos años la sensibilidad al mareo aumenta sustancialmente. De los 12 años en adelante la sensibilidad vuelve a disminuir, aunque hay adultos que siguen sufriendo este problema a lo largo de toda su vida. Los ancianos también tienen mayor predisposición a sufrir mareos.
Este mareo cinético es un trastorno del equilibrio. Un pequeño órgano del oído interno permite la orientación espacial de la persona y se encarga de informar al cerebro de la posición del cuerpo en el espacio. Cuando se viaja en un coche nosotros estamos sentados, los ojos nos aportan datos diversos sobre el exterior, ya que los objetos se mueven a gran velocidad. Esto crea confusión entre los tres sistemas de orientación: vista, equilibrio y músculos, y hace que los datos sean incoherentes y no puedan ser integrados en el cerebro de forma normal.
A las personas sensibles, esta confusión crea una extraña sensación de que la cabeza se le va incluso aunque el movimiento cese. Además, palidece, tiene sudores fríos, náuseas o incluso arcadas. Aparece un deseo inminente de vomitar, localizado en la garganta o en la porción superior del estómago .
Una vez que sufrimos los síntomas, el mareo es difícil de cortar, e incluso la sensación continua después de vomitar. Por ello, lo mejor es prevenir su aparición. Y para eso es bueno seguir estas recomendaciones:
- Si el viaje es corto, intente no comer nada, y si es largo realice una comida ligera.
- No lea durante el viaje. Procure no realizar ninguna actividad que le obligue a fijar la vista en un objeto en el interior del coche.
- El conductor del vehículo tiene que procurar tomar las curvas evitando continuos cambios en la velocidad. Los acelerones y los frenazos bruscos favorecen especialmente el mareo.
- Puede ser útil tratar de recostarse, manteniendo la cabeza fija y la mirada en un punto lejano.
Pero si usted es de las personas que es afectada de forma muy intensa por los mareos en los viajes, pregunte a su farmacéutico sobre que medicamentos puede utilizar para prevenir o amortiguar este efecto. En este caso, el tratamiento consiste en el empleo de medicamentos antieméticos. Las personas que los utilicen no deben conducir el vehículo, debido a la probable reducción de la capacidad de respuesta producida por estos fármacos.
Los medicamentos habitualmente recomendados en la farmacia para el mareo cinético, tienen una buena relación eficacia/riesgo.
No obstante, estos medicamentos suelen producir somnolencia. En algunos pacientes esto puede resultar útil, ya que el sueño puede hacer menos desagradable el viaje. Sin embargo, en las personas que esta somnolencia resulte molesta, puede emplearse preparados que incluyan en su composición cafeína. Pregunte para ello a su farmacéutico.
Este tipo de medicamentos debe ser evitado en pacientes con adenoma de próstata, glaucoma en ángulo cerrado, enfermedades obstructivas intestinales o urinarias, o trastornos del ritmo cardíaco. Consulte con su farmacéutico sobre las posibles contraindicaciones.
Como hemos visto, bien siguiendo una serie de consejos o utilizando ciertos medicamentos, podemos evitar el mareo de viajero, así no tendremos un mal recuerdo de los desplazamientos.