Los estudios de Farmacia se cursan en las facultades universitarias distribuidas por toda España y el título que se obtiene en cada una de ellas tiene validez en todo el territorio nacional.
La
duración de los estudios
es de cinco años de enseñanza teórico-práctica, incluyendo seis meses de
prácticas tuteladas
en oficina de farmacia o servicio de farmacia de hospital, tal y como especifican las Directivas europeas. De esta manera, los farmacéuticos colaboran con la Administración impartiendo la asignatura con más carga lectiva, las prácticas tuteladas.
Respecto a otros países europeos, en España existe un mayor número de estudiantes de Farmacia: actualmente hay unos
13.000 alumnos matriculados, y cada año se licencian unos 2.700 estudiantes.
Esta cifra es muy superior a la de otros países europeos, como Reino Unido, con 1.050, o Alemania, con 1.600, país que, además, tiene mucha más población.
El
título oficial de Licenciado en Farmacia
atribuye al farmacéutico:
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Un conocimiento adecuado de los medicamentos y de las sustancias utilizadas para la fabricación de los mismos.
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Un conocimiento adecuado de la tecnología farmacéutica y del control físico, químico, biológico y microbiológico de los medicamentos.
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Un conocimiento adecuado del metabolismo y de los efectos de los medicamentos y de la acción de los tóxicos, así como de la utilización de aquéllos.
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Un conocimiento adecuado que permita evaluar los datos científicos relativos a los medicamentos para poder proporcionar, sobre esta base, información apropiada.
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Un conocimiento adecuado de las condiciones legales y otras en materia de ejercicio de las actividades farmacéuticas.
Asimismo, se proporcionarán los conocimientos de salud pública, educación sanitaria y de los análisis clínicos, y relacionados con la salud pública, necesarios en materia de ejercicio de las actividades farmacéuticas.
Una vez licenciado, el farmacéutico puede optar a más de 30 salidas profesionales, tanto en el sector público, al servicio de los diferentes cuerpos y administraciones, como en el sector privado. De todas las salidas profesionales a las que puede acceder, sólo tres son exclusivas para los farmacéuticos. El resto de opciones son de libre competencia con otros licenciados.
La oficina de farmacia, la farmacia hospitalaria y la dirección técnica de almacenes de distribución son las tres actividades específicas para los farmacéuticos. También podrían llegar a incluirse en este apartado los cuerpos del servicio de las Administraciones Públicas, cuyo acceso es exclusivo para los farmacéuticos, como es el Cuerpo de Farmacéuticos de Sanidad Nacional, los inspectores farmacéuticos de las Comunidades Autónomas, los farmacéuticos de Atención Primaria o los farmacéuticos militares.
Otra de las salidas del profesional de la farmacia es la industria farmacéutica: dirección técnica, técnicos de control de calidad y de fabricación, información técnica de medicamentos, farmacólogo, gestión comercial, documentación científica o técnicos de industrias dermofarmacéuticas, entre otras. Por encima de todas las salidas profesionales destaca la oficina de farmacia, en la que desarrollan su labor profesional más de 42.000 farmacéuticos.