Las psicosis son trastornos mentales, que se caracterizan porque el paciente sufre una pérdida de contacto con la realidad, no puede pensar, percibir o juzgar con claridad. Las psicosis requieren un tratamiento rápido de tipo farmacológico y psicoterápico
Los enfermos psicóticos sufren un gran deterioro en su personalidad y en sus relaciones afectivas, y su actividad física disminuye presentando falta de coordinación en sus movimientos. Pero los síntomas que se manifiestan principalmente son los delirios y las alucinaciones. En los delirios el paciente imagina situaciones que son falsas, pero que considera ciertas, tales como sentirse perseguido, engañado o maltratado. En las alucinaciones percibe a través de los sentidos fenómenos inexistentes, viendo y escuchando realidades ficticias.
Las causas que desencadenan los trastornos psicóticos son de diversa naturaleza, pueden deberse a una lesión cerebral, tener un origen genético, o ser de origen social. Atendiendo a los síntomas que presenta el paciente y al origen del problema, las psicosis se pueden clasificar en varios tipos. Una de las psicosis más conocidas es la esquizofrenia.
La esquizofrenia es un trastorno mental grave, en el que el paciente no distingue con claridad entre la realidad del mundo exterior y la realidad interna que tiene de su propio mundo, con delirios, alucinaciones y un pensamiento anormal. Es una psicosis con una prevalencia del 1% y suele aparecer desde la adolescencia hasta los 30 años. Raramente se inicia después de los 40 años, presentándose igualmente en hombres como en mujeres.
La causa para que se desencadene esta psicosis, no se conoce con exactitud pero existen factores entre los que el genético parece ser fundamental. También vivir en un ambiente hostil, u otros factores sociales, como el estrés ambiental, pueden favorecer el desarrollo de una psicosis esquizofrénica.
El tratamiento se basa en la administración de medicamentos antipsicóticos, psicoterapia y rehabilitación con grupos comunitarios. Los fármacos antipsicóticos tradicionales son efectivos para controlar los síntomas de la esquizofrenia, aunque no curan la enfermedad.
El tratamiento mediante psicoterapia tiene como finalidad establecer una relación entre el paciente, la familia y el médico; la incorporación de la familia como parte del equipo de salud resulta trascendental para la mejora de la esquizofrénia. Por último con la ayuda de grupos comunitarios el esquizofrénico puede volver a integrarse en la sociedad y vivir con la mayor autonomía posible. No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.