La psoriasis es una enfermedad de la piel que tiene un importante componente hereditario. El síntoma más típico es un excesivo grosor y dureza de la piel en ciertas zonas, que produce la aparición de unas manchas blancas o plateadas en manos, codos, pies y rodillas. Con menor frecuencia aparecen también en el rostro y en otras partes del cuerpo. Estas manchas pueden picar y desprenden a veces unas escamas blancas cuando se frotan.
No suelen darse otros síntomas, por lo que es más un problema estético que una enfermedad grave. Sin embargo, en ciertos pacientes se acompaña con una inflamación y dolor muy intenso de las articulaciones. Aunque como hemos dicho, no hay síntomas graves en la mayoría de los pacientes, lo peor es quizás el rechazo social que produce y las depresiones que tienen algunos de estos pacientes. Sin embargo, no es una enfermedad contagiosa.
La psoriasis es una enfermedad crónica, aunque la mayoría de las veces las manchas casi no se notan. En ocasiones se producen crisis en las que las manchas aumentan de tamaño y de grosor. Estas crisis suelen producirse por estrés, frío, golpes, infecciones, quemaduras solares o por algunos medicamentos. La psoriasis se puede confundir con otras enfermedades como la dermatitis seborreica, eccemas o el lupus, por lo que requiere un diagnóstico médico especializado.
Es muy raro la curación total de esta enfermedad. Como mucho, podemos tratar los ataques agudos. Para ello se usan cremas o pomadas con fármacos que eliminan el exceso de piel. En los casos más severos, se recurre a fármacos administrados por vía oral, mucho más agresivos, que son capaces de inducir en algunos pacientes efectos adversos de cierta consideración. En caso de que la psoriasis afecte al cuero cabelludo, existen en la farmacia lociones y champús que pueden ayudar a disminuir los síntomas. Además, es útil tomar baños con plantas como la avena, que elimina el picor y ablanda las costras secas que aparecen en la psoriasis.
En la psoriasis se recomienda a los pacientes que tomen moderadamente el Sol, ya que éste aumenta los efectos positivos de los medicamentos utilizados en el tratamiento. A pesar de esto, no deben exponerse excesivamente al Sol, ya que las quemaduras pueden producirles brotes agudos. Por lo tanto, deben usar cremas solares con un factor de protección alto. También tienen que tener cuidado con el tiempo que pasan tomando baños de rayos UVA.
Por último debemos recordar que en la Psoriasis es importante saber que ciertos medicamentos pueden intensificar los síntomas. Así ocurre con algunos usados para la hipertensión, para las depresiones o con ciertos antibióticos. El paciente debe avisar siempre a su médico que padece esta enfermedad para que no le prescriba estos medicamentos. En cualquier caso, y sea cual sea el tipo de medicamentos que va a utilizar, informe de ello al farmacéutico.
No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.