La úlcera péptica es una enfermedad caracterizada por la aparición de una lesión en la mucosa del estómago o del duodeno, producida por un desequilibrio entre los factores protectores y los factores agresivos. Es una alteración frecuente que afecta aproximadamente al diez por ciento de la población en algún momento de su vida.
La úlcera puede desarrollarse por un aumento de la secreción de ácido gástrico en personas que tienen un estómago hiperreactivo. No obstante, según las estadísticas, la mayoría de las úlceras pépticas son causadas por la bacteria Helicobacter pylori. Esta bacteria puede debilitar el recubrimiento mucoso protector del estómago permitiendo que el ácido lesione la cubierta del estómago o del duodeno. Por otra parte, el uso crónico o prolongado de medicamentos antiinflamatorios puede causar también úlceras gástricas. Los alimentos fuertemente condimentados o el estrés no son causas directas pero pueden ser factores contribuyentes.
El síntoma más común es el dolor en la parte superior del abdomen de tipo quemante o sensación dolorosa de hambre. Aparece de dos a tres horas después de comer, a veces en mitad de la noche y se calma con la ingestión de alimentos. Otros síntomas incluyen pérdida de peso, anorexia, distensión abdominal, náuseas y vómitos. Algunas personas experimentan solamente síntomas atenuados, y algunas ninguno de los descritos. Existen síntomas importantes que pueden ser signos de un problema serio como perforación, sangrado y obstrucción. Éstos son: dolor de estómago agudo, repentino y persistente, heces negras o cubiertas por sangre y vómitos sanguíneos o con aspecto de posos de café.
El tratamiento de la úlcera tiene como objetivos aliviar los síntomas, cicatrizar la úlcera y prevenir la aparición de complicaciones o la reaparición de la misma. Para disminuir la acidez del estómago contamos con diferentes tipos de medicamentos entre los que se encuentran los antiácidos, inhibidores de la producción de ácido como la ranitidina o el omeprazol, y los protectores de la mucosa gástrica. En caso de infección por Helicobacter pylori se utilizan antibióticos en combinación con los anteriores fármacos.
En contadas ocasiones la cirugía a veces es necesaria para manejar las complicaciones de la úlcera que no responden a otro tipo de tratamiento. Algunas medidas complementarias que contribuyen al tratamiento son cambios en el estilo de vida, tales como dejar de fumar, evitar la cafeína y el alcohol, seguir una dieta equilibrada y evitar el uso de antiinflamatorios no esteroídicos.
No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.