Las varices afectan a alrededor del 10% de la población adulta en mayor o menor intensidad, lo que corresponde a 2,5 millones de personas en España. Las varices se presentan cuatro veces más en mujeres que en hombres, de ahí que una de cada cinco españolas padezca esta afección. La herencia, la situación hormonal, la obesidad, el estreñimiento, el sedentarismo, o la ropa demasiado ajustada y el uso de anticonceptivos orales son factores que predisponen a tener varices. Una variz es una vena dilatada, que se alarga y se convierte en tortuosa, pudiendo aparecer de color azulado o violeta. Se trata generalmente de venas superficiales, con alteraciones en sus paredes que provocan una insuficiencia valvular, lo que dificulta el correcto flujo de sangre hasta el corazón. Las varices pueden producirse en cualquier localización de la anatomía, apareciendo en muchas ocasiones en las piernas. Hay factores que predisponen a tener varices. Unos son inevitables, pero otros, si se introducen determinados hábitos en la vida cotidiana, se pueden prevenir. Entre los factores inevitables está la edad, el factor heridatario y el estado hormonal. Tener los pies planos, también facilita la aparición de varices. En cuanto a los factores evitables, se encuentra la obesidad, el estreñimiento, el sedentarismo, la exposición prolongada al sol, el calor, y las profesiones que exigen estar de pie o sentado de forma continua y prolongada. Del mismo modo, los anticonceptivos orales, así como algunos deportes violentos para las piernas pueden afectar negativamente la patología venosa. Una vez que han aparecido, las varices son incurables. Existen tratamientos farmacológicos para aliviar los síntomas y favorecer el retorno venoso. La compresión, mediante vendajes y medias terapéuticas, y los masajes son útiles en varices no complicadas. Pero el tratamiento definitivo consiste en la extirpación de las venas varicosas. Éste, aunque eficaz, no garantiza que las varices no vuelvan a aparecer, ya que tras la extirpación la sangre se recanaliza a través de otras venas hasta entonces normales, pero que a partir de ese momento han de soportar un trabajo extra, con el consiguiente riesgo de transformación en nuevas varices. Existen una serie de consejos sencillos y útiles para prevenir la aparición de varices o evitar que se agraven. Evite tomar el sol en las piernas durante periodos largos y por la noche manténgalas elevadas. Si realiza un trabajo que exige estar de pie o sentado, póngase unas medias de compresión. Si existe sobrepeso, dé un paseo diario de una hora a paso ligero, y beba al menos 2 litros de agua al día. Evite llevar la ropa muy ajustada y que dificulte el retorno venoso de las extremidades. No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.